domingo, 18 de diciembre de 2011

AMIGOS... AMIGOS DE MIERDA

Cuando conocí a Bernando, el autentico nombre del jodido gato ninja, era un gato como yo aunque se le veía ya venir al cabrón. Esa forma de mirar a su alrededor buscando a quien arrimarse y sacarle a las secretarias quién manejaba el cotarro para luego ponerse a ronronear pegándose a sus piernas... asqueroso.


Yo al principio pensaba que no funcionaría, pero cuando le vi empezar a despuntar me dije: Este mamón sabe lo que hace. Muchos otros intentaron imitarle y se restregaban contra las piernas de las secretarias y de las limpiadoras si hacía falta, pero Bernardo se los quitaba de encima comiendo culos y lo que tuviera que comer. Anda que no he visto a imitadores suyos salir disparados por la puerta lanzando maullidos infernales.
Yo siempre me he mantenido en mis trece: Yo soy quien soy, y punto. Hago mi trabajo bien y no tengo que hacerle la pelota ni a dios. Y Bernardo, cuando coincidíamos, me venía con que admiraba mi fortaleza y bla bla bla bla... Yo sabía que era un puto mentiroso, pero a todos nos mola que nos coman la oreja (virtual y hasta realmente ya puestos).
Eso sí, cuando me arrebató el papel del gato ninja en la última prueba... Ahí sí que se le vió sin careta: Puto gato sin escrúpulos, que pisaba todas las cabezas necesarias con tal de triunfar… Y lo peor es que el tío me manda mails y me tiene en el facebú para restregarme por los bigotes su éxito:

   Obi, no te lo vas a creer... Me ha llamado el representante de Martínez Corsese para hacerme una prueba para el reboot de “Las Aventuras De Chatran” en 3D. Te lo puedes creer?
   Tu vida bien, espero, porque la mía de maravilla.

Vete a la mierda, Bernie, pero a la mierda del fondo de la mierda. Caba un poquito después y ahógate en la puta mierda, majo. Sólo espero que Martínez Corsese diga que eres demasiado viejo para el papel, que ya te van cayendo los años a pesar de que sigas jugando a ser un cachorro, amigo...

viernes, 9 de diciembre de 2011

ACTOR

Que sí, que necesito el puto cajón de arena como todos los gatos, y tener el comedero y el bebedero siempre dispuesto para cuando me salga del culo y nunca mejor dicho. Pero luego tengo un montón de gastos. Que la vida social del gato actor es bastante intensa, que tienes que dejarte ver, que hablen de ti… Y si no te ven en los saraos lo tienes jodido. Ya no me llega para ir a las discos de moda, y encima han cambiado a los seguratas de las puertas. Estaba guay eso de que te conocieran y te hicieran pasar sin soltar un pavo y ver la cara de envidia de los tontos del culo que se quedan fuera. A las puertas de las jodidas navidades y voy a terminar el año en números rojos. Para variar. Y esto no puede seguir así.
El otro día llamé a los que me dieron el papel de los Whiskas, uno de mis mayores hits, y empezaron con el rollo de “Es que no veas cómo están las cosas... no nos llames, que te llamamos nosotros”. Les voy a llamar yo un día para decirles lo que pienso de ellos y de sus madres…
Así que me rebajé a llamar a los de la asociación esa contra el abandono animal. Ya sé yo que esa campaña les dio muchos réditos, que aunque sea gato no soy tonto. Y me vienen con que los nuevos gatos actores, con tal de currar se rebajan el cache hasta los límites de la pobreza, así que pasó el tiempo en el que se podía vivir de esto. Pues... algo habrá que inventar, joder. Puta navidad, puto fin de año...