Cuando conocí a Bernando, el autentico nombre del jodido gato ninja, era un gato como yo aunque se le veía ya venir al cabrón. Esa forma de mirar a su alrededor buscando a quien arrimarse y sacarle a las secretarias quién manejaba el cotarro para luego ponerse a ronronear pegándose a sus piernas... asqueroso.
Yo al principio pensaba que no funcionaría, pero cuando le vi empezar a despuntar me dije: Este mamón sabe lo que hace. Muchos otros intentaron imitarle y se restregaban contra las piernas de las secretarias y de las limpiadoras si hacía falta, pero Bernardo se los quitaba de encima comiendo culos y lo que tuviera que comer. Anda que no he visto a imitadores suyos salir disparados por la puerta lanzando maullidos infernales.
Yo siempre me he mantenido en mis trece: Yo soy quien soy, y punto. Hago mi trabajo bien y no tengo que hacerle la pelota ni a dios. Y Bernardo, cuando coincidíamos, me venía con que admiraba mi fortaleza y bla bla bla bla... Yo sabía que era un puto mentiroso, pero a todos nos mola que nos coman la oreja (virtual y hasta realmente ya puestos).
Eso sí, cuando me arrebató el papel del gato ninja en la última prueba... Ahí sí que se le vió sin careta: Puto gato sin escrúpulos, que pisaba todas las cabezas necesarias con tal de triunfar… Y lo peor es que el tío me manda mails y me tiene en el facebú para restregarme por los bigotes su éxito:
Obi, no te lo vas a creer... Me ha llamado el representante de Martínez Corsese para hacerme una prueba para el reboot de “Las Aventuras De Chatran” en 3D. Te lo puedes creer?
Tu vida bien, espero, porque la mía de maravilla.
Vete a la mierda, Bernie, pero a la mierda del fondo de la mierda. Caba un poquito después y ahógate en la puta mierda, majo. Sólo espero que Martínez Corsese diga que eres demasiado viejo para el papel, que ya te van cayendo los años a pesar de que sigas jugando a ser un cachorro, amigo...